Una espectacular belleza natural, el cielo
siempre soleado y la blanca arena de sus playas, se conjugan para hacer de St.
Kitts, San Cristóbal, uno de los lugares más seductores del Caribe.
San Cristóbal fue vista por primera vez por
Cristóbal Colón en su segundo viaje en el año 1943, cuando era poblada solo por
las tribus nativas, no siendo colonizada hasta la llegada de los británicos en
1623.
Su estratégica ubicación y el importante y muy
valioso comercio del azúcar, fueros los grandes responsables de convertir a
este isla en una de las más desarrolladas y lujosas de la época del Caribe
colonial.
Junto con la isla de Nieves (Nevis), San
Cristóbal forma la Federación de San Cristóbal y Nevis (Saint Kitts y Nevis),
un país independiente en las islas de Barlovento del norte antillano, siendo
nombradas así por Cristóbal Colón, una en honor al mártir religioso San
Cristóbal, y la otra por los “copos blancos como la nieve”, que no era más que
las espesas y blancas nubes sobre la montaña.